Por Chatino.
Nada tiene que ver el título con "Las crisis del Toreo", cosa fácil de distinguir, dados los amplios conocimientos, tanto taurinos, como económicos, de los buenos aficonados, que seguramente, leerán esta pequeña crónica.
Si el pasado año decíamos que el principio número uno de  la economía es : “ El que gasta más que gana, adelante al que no tiene y está  muy cerca de deber “, a este 2012 le viene al pelo el segundo principio, que  según dicen en mi pueblo es : “ Cuando no hay ganancia, la pérdida está  empentando “.
Van (En mi modesta opinión) a tener que atarse bien los  machos esta temporada los empresarios, para salvar económicamente las ferias  taurinas, como el resto de las empresas necesitan la concentración máxima de sus  dirigentes, para salvar el tristemente famoso “Concurso de acreedores”, más  conocido en el lenguaje popular como “Suspensión de pagos”, así como tratar de  salvar a sus empleados del temido “ERE”.
Posiblemente, estamos en la época ideal, para que las  ¡Figuras del Toreo!, bajaran un poquito su caché, lo que permitiría a los  empresarios no tener que subir el precio de los abonos, o más bien, si no  bajarlo, porque eso va en contra de la cultura empresarial, sí, ampliar la  calidad del espectáculo, tener algún detalle con los abonados, ampliar un  festejo gratuito de carácter local, que podría llamarse “La corrida de la  crisis”, etc. Etc. Etc.. De todas formas, son momentos para demostrar quién es  quién en el mundo taurino y la capacidad de cada uno para gestionar la crisis,  que es de lo que se trata, tanto en el sector del arte de Cúchares, como en  cualquier otro.
No olvidemos tampoco, que también están inmersos los  ganaderos, que si no quieren comerse las camadas con patatas, tendrán que poner  los precios de acuerdo a los tiempos que corren. Todos debemos considerar, que  vienen tan profundas las rebajas y vendrán tan poco cargados los Reyes Magos,  que hasta un famoso cómico-gráfico, ha publicado una viñeta, donde se observa  que había dejado los zapatos en la ventana y Melchor, Gaspar y Baltasar, le  habían cambiado las medias suelas, pero no le dejaron nada, ni siquiera carbón,  porque hace falta para calentarse, pues ya no viene ni el gas ruso. Eso sí, los  camellos no se comieron la cebada del cesto, porque como hay que ahorrar, sólo  comen paja; Les puede pasar como a aquél del borrico, que cuando lo había  acostumbrado a no comer…, el pobre le hincó el hocico y se murió. Sólo falta que  el año que viene, los Reyes de Oriente no tengan camellos y lógicamente no  puedan repartir regalos; Está dentro de lo posible y casi de lo  probable.
La única forma de salir victoriosos de esta brega, es  que los tres componentes: Empresarios, toreros y ganaderos, sean capaces de  ofrecernos al cuarto, es decir, al pagano aficionado, la buena gestión, el arte  10 y la bravura total e íntegra, para demostrarnos que merece la pena ahorrar,  arañando a otros presupuestos para ropa, comida, salidas nocturnas, bebidas,  tabaco, etc., lo suficiente para poder seguir contando a nuestros amiguetes, las  maravillas vistas en los cosos taurinos.
Es posible que veamos menos festejos este año, pero nos  fijaremos mucho y las viviremos mas intensamente. No olvidemos que la primera  guerra nos dejó a Joselito y Belmonte, la segunda a Manolete, Ordóñez, Pepe  Luis, etc. Y esta guerra del paro  y la recesión, la pasaremos con  JoséTomás, Ponce, Juli, Perera, El Cid, Manzanares y otras figuras  emergentes.
Cuando salgamos a la calle y nos quieran contar las  penas de la crisis, los mayores debemos contestar :¡No me cuente Vd. su vida, yo  también paso lo mío ¡, y los jóvenes, aquello de :¡ No me lo cuentes, porfa, te  mando un pendrive y me lo cuelgas, tío, e irnos a los toros!.
Jesús Valencia