martes, 22 de junio de 2010

Otra de blanco y negro.


El otro día iba paseando por el campo cuando de repente me encontré una cuadra de caballos abandonada. Parece ser que por los restos que allí quedaban eran de alguna persona sin techo. En uno de los cuartos había colgados un cartel de un festejo que se celebró ya varios años. Del cartel solo conozco la ganadería aragonesa de Arnillas, de los demás actuantes de esa tarde no tengo ni idea de quien pueden ser.

Al ver el cartel realicé una pequeña reflexión sacando como conclusión que como no cambien las cosas, nuestra fiesta de los toros se puede quedar como el cartel. Abandonada, rota, olvidada, apunto de desaparecer y sin poder disfrutar de esta tradición que es algo mas que eso y que una fiesta. Entre los antis, la crisis y el público festivalero que va a la plaza a pasar el rato se cargarán lo que más queremos. El TORO. Hace tiempo que lo van diciendo los profesionales, aficionados, periodistas, ganaderos y un largo etc que forma esta familia del mundo del toro. Pero en los tiempos que corremos con la que esta cayendo con el tema de la crisis y demás creo que uno de los más perjudicados es el sector del toro. Mi pregunta es ¿quién arregla esto? No la crisis, sino el desaguisado taurino.

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