¿Dónde están los toros?

Nos escribe Tragabuches sobre la tarde del miércoles 5 de Septiembre en la que volvieron a televisarse corridas de toros por televisión española.

Muchos ojos delante del televisor emocionados de ver como volvían las corridas de toros a Televisión Española. Una noticia espléndida que debía haber sido tan normal y vulgar como cualquier otra de no haber quitado de la programación las corridas de toros. Otros vimos la reaparición con verdadero desencanto de tan pobre espectáculo. Y eso que estoy totalmente a favor de que vuelvan los toros a la 1 o la 2 o al canal 24 horas. Pero que no se televisen este tipo de festejos tan pobres protagonizados por toreros que hoy llaman figuras. 

Uno de los males que tiene que se televisen corridas de toros, es ver los infortunados toritos que han salido por toriles. Las ganas de fiesta de un público que aplaudía todo lo que fuese y algunos en lucir palmito que es lo que se les da bien. Con corridas como las de hoy es difícil que resurgan nuevos aficionados a los toros. Intentar disfrazar mentiras y venderlas baratas no creo que sea el camino. Es fácil convencer a las masas y aprovecharse de ellas con triunfos como este. Pero los protagonistas saben que esto no es el toreo. Es una verdadera pantomima o como lo quieran llamar y como lo saben lo ocultarán. 

Es momento de estar callados y de sumar, de dejarlo pasar, pero no. Saldrán los "puristas" o los aficionados más exigentes, aquejados de tal nefasto espectáculo que ridiculiza la fiesta de los toros. Y es que toros lo que se dice toros, no hubieron. Ni consiguieron llenar la plaza con un cartel tan bien rematado. ¿Que hace falta para llenar una plaza de toros y que no se anuncie José Tomás? ¿Menos crisis o otro toro?, que esté mejor presentado, buscar más variedad en los hierros. Porque siempre se repite las mismas figuras con los mismos hierros.

El encierro de Victoriano del Río fue de traca. Mal presentados. Toros anovillados, recién cumplidos la edad, sin estar rematados, cómodos de pitones, mansos, descastados excepto el quinto que le tocó a Manzanares y exigió más que sus hermanos. Sin fuerzas, apenas se podían aguantar de pie. El sobrero de Garcigrande fue el toro con mas fuerza de la tarde y por el pitón derecho embistió en bravo.

Algunos seguirán diciendo que "faltaba chispa a la corrida", parece mentira que fuiste torero y ahora ganadero don Pedro, no es "chispa" sino casta. O es que también quieres vendernos la burra. Pero claro estamos educando a los nuevos y jovencillos aficionados, y cuando estos se hagan mayores, entonces desaparecerá del diccionario esa palabra maldita por los ganaduros de nuestro país que no es otra que casta.

El resto, todo el mundo sabe ya la historia y lo habrá visto, como lo quiera haber visto. Pero no fue una corrida de toros para recordar. Fue una más de las tantas en las que participan ganaduros y son protagonistas las figuras.

Pero ahora vamos con el fin de la cuestión al que quiero llegar. Mucho se habló en invierno de los derechos de imagen del G-10 y los problemas con la televisión, mas bien con canal plus. Ayer las figuras torearon gratuitamente sin cobrar los derechos de imagen. Lo hicieron de forma simbólica para que se volviera a televisar toros en la cadena pública de los españoles. Mi preocupación viene porque estas figuras que en su día se unieron, la mayoría son apoderados por grandes empresarios de las principales plazas. Intentan contralar los carteles sin dejar que entren toreros que estén apretando, como podrían ser Fandiño, David Mora, Urdiales, Alberto Aguilar, Javier Castaño... Y matan las corridas de siempre las ganaderías de siempre, sin salirse del mono-encaste Domecq. Ahora nos quieren hacer creer que son los auténticos defensores de la fiesta. Que han vuelto los toros por ellos, pero tengo mal presentimiento, y me están haciendo creer que lo que verdad quieren es controlar los festejos que se televisan, siendo dueños de todas la retransmisiones. Acabando la fiesta por ser aburrida, sin variedad y controlada por un circulo cerrado llamado G-10.  

Tragabuches