Ayer, justamente durante el transcurso de la corrida de toros de la Feria de Albacete, estaba yo en el bar, por cierto un bar muy taurino de mi ciudad. Charlaba con varios amigos sobre lo visto en la televisión el día anterior. Todos habíamos visto la corrida de Albacete. Me comentaban que hay una gran afición, que es la plaza de segunda categoría más seria de todo el territorio nacional. Allí el toro es serio y bien presentado. Bueno total que me hablaron muy bien de esta feria.
Mi sorpresa fue cuando llego por la noche a casa y leo la crónica de Rafael Cabrera en COPE Toros.
Dice así:
Lo que mal empieza.
La corrida se anunciaba problemática. Ayer, tan sólo dos de los de Juan Pedro estaban aprobados, y han tenido que pasar hasta 19 toros por las manos de los veterinarios para aprobar los cinco lidiados; contando las dos indecencias que saltaron al ruedo en primeros lugares, o el último fuera de tipo. ¡Que vergüenza! ¡Que porquerías a una plaza digna, como Albacete! ¿Donde queda el honor personal o el de la divisa? ¡Que poca dignidad! Si, ya sé que en buena parte habrán puesto su granito de arena en el escándalo los veedores de Morante -sobre todo de éste- y de otros espadas -el Cid y Talavante-, pero si uno se cree el rey del mambo de la ganadería brava, por lo menos podría tener un atisbo de dignidad y de saber mandar en su casa. Y la empresa por las rebajas y a la caza y captura de sustituciones que abaraten el espectáculo.
Copio enlace, para continuar leyendo la crónica de Rafael Cabrera, Cope Toros.
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