La séptima letra de nuestro abecedario es, bajo mi punto de vista, la más taurina de todas las que lo componen, habiendo muchas que también lo son. Es de línea curva, como deber ser el toreo (que diría Castell Alonso); indica grandeza, ganadería, genio, gracia, genialidad, genuino, generosidad y muchas otras cosas bonitas que no caben aquí, ni tampoco en mi corta mollera. ¡Hombre, GÜAPO, sí!. Tengo la sensación al ver una “G” mayúscula, de estar divisando un natural enroscado a mi cuerpo y rematado atrás, como mandan los cánones.
En la Edad Media, la “G” era sinónimo de gremio, laboriosidad especializada, trabajo bien reconocido, que prestigiaba a los titulares, situándolos cercanos a los ciudadanos más nobles. Después ha bajado de categoría, llegando a encabezar diversas catalogaciones, como grupos de presión, grupos musicales, grupos políticos, grupos de manifestantes, grupos mayoritarios y minoritarios, grupos de países (G-20 y otros); a veces los han situado en rincones despectivos, llamándolos grupúsculos, o aminorando su tamaño, estructura o importancia, como grupitos. ¡Yo que sé, cuantas cosas más!. Lo cierto es que últimamente están muy de moda y, claro, como los toreros se acercan más a las nuevas tendencias de pasarela, que a lo que hay que estar….., pues había que tener también un grupo. De ahí el nacimiento del llamado G-10, que esperemos (por el bien de sus componentes) tenga una vida efímera.
Desconozco a quién pertenece el parto, pero creo que esto es un “Feto mal parido”. No diviso, ni siquiera en la lejanía, ningún punto de encuentro entre ninguno de ellos. Dirán que defienden intereses comunes y que todos son toreros; nada más lejos de la realidad. ¿Quién los habrá convencido que son como las naranjas?, todos navelinas, navelates o satsumas. Tampoco tengo ni idea de si estas letras serán leídas por alguno de ellos, a los que aprecio personalmente y ellos, al menos, a mí también me conocen, pero ¿A quién se le ocurre mezclar churras con merinas?, ¡ALMA CÁNDIDAS!, si en lo único que os parecéis es en vuestra propia divergencia.
-Ninguno tiene los mismos argumentos, ni principios, ni objetivos, ni clase, ni caché, ni nada de nada-.
¿Os han dicho que sois toreros y debéis uniros para defender vuestros derechos de imagen?; eso lo dirá el que no tenga ni idea, o se los quiera llevar crudos. ¡Recapacitación!. Yo digo: Mercadona, Carrefour, Lidl, etc., etc., se dedican a lo mismo y ¡POR ESO LUCHAN A MUERTE, NO?!.
Jesús Valencia.
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