Nos escribe Tragabuches.
No hay dos sin tres. Así es el lema publicitario de
Mediaset para esta Eurocopa. También se puede dar el nombre a la gran temporada
que ha planificado José Tomás. Tan solo 3 tardes hará el paseíllo, once toros a
estoquear. Padilla, Juli, Morante serán los únicos privilegiados de poder
compartir cartel. Un gran acontecimiento para algunos, charlotadas o lo que es
lo mismo pachangas para otros. Las afortunadas en ver anunciado al maestro de
Galapagar son Badajoz, Huelva y Nimes.
El toreo es un arte que no se
puede comparar ni con la música, ni el fútbol, ni la ópera, ni cualquier
actividad de ocio que se nos pase por la cabeza. Es respetable esta temporada,
si, faltaría más. ¿Se puede comparar esta temporada con la que deberían ser la
de una autentica figura del toreo? Mi respuesta es no. Pero aun así no se puede
borrar todo los triunfos conseguidos en el pasado. José Tomás es el único que
llena las plazas, pero también hay que decir de que manera. Casi que escogiendo el público a su modo. Muchos
irán esta temporada tan solo 3 tardes a los toros y se creerán mas aficionados
que los que llevan años asistiendo a los toros por esa España. Otros les espera su entrada o pase en taquilla, a
cambio de que cuando termine el festejo cuenten y narren emociones irrepetibles,
escriban hechos impresionantes, los tildarán de históricos, imborrables, de
grandeza, pero nosotros nunca se nos olvidará donde han sido y con que toro ha
sido. Me refiero a que estas tres tardes no se pueden, ni se deben anunciar
como grandísimos acontecimientos. La
temporada no pasa solo por Badajoz, Huelva y Nimes. Han pasado y van a ocurrir
muchas cosas más y seguro que en plazas de mucha más responsabilidad. Otra cosa
hubiera sido anunciarse en Madrid, Bilbao y Sevilla.
Me parece bien que toree 3, 15, 1, 50, las que desee. Se lo ha ganado más
que nadie. Pero de ahí a llamar gran acontecimiento una tarde de toros en
Badajoz, Huelva o Nimes, donde se encerrará con seis toros es otra cosa. Además
este coso francés ha vivido hace poco una de las tardes “históricas” mas
importantes para un torero, una ganadería y sobre todo una afición que no se
olvidarán nunca. Javier Castaño y Miura protagonizaron una tarde que debe estar
marcada en el calendario para recordarlo durante el invierno. La encerrona de
José Tomás será otra tarde más pero con emociones diferentes. Nada que ver con
los 6 Miuras que estoqueó Castaño. Las comparaciones son odiosas, no quiero
comparar una encerrona con la otra. Pero aún menos que la prensa se olvide de
uno de los acontecimientos del año que fue ese 26 de mayo de 2012.
Será todo muy bonito, y si hay
orejas aun mejor. Gente guapa en los tendidos, glamour, copas grandes, buenos
trajes, billetes grandes por doquier. El toro chico por supuesto. Todo el mundo
invitado menos la prima de riesgo que dice que se queda en casa por no poner en
riesgo el espectáculo. Pero lo que no se están dando cuenta es que lo que está
en riesgo es la propia fiesta. José Tomás existe ahora, llena plazas y desborda
emociones. Los empresarios de Badajoz, Huelva y Nimes gozarán ahora de buena
economía. Pero esto es lo mismo que pan para hoy y hambre para mañana. ¿Qué
pasará cuando termine el tirón de José Tomás?. Pues que quizá cada vez vaya
menos gente a la plaza hasta que la fiesta se termine porque no encuentran
argumentos para emocionarse, vibrar, aplaudir, disfrutar, etc. Y todo ello
porque el toro cada vez es mas descastado, aburrido y no transmite
peligrosidad. El público cada tarde busca nuevas sensaciones y si no las
encuentra no vuelve. Toreros como José Tomás nacen cada 50 o 100 años. Si entre
los profesionales no cuidamos mas la fiesta, será difícil que salga otro
figurón. Criar el toro bravo y encastado sería una buena medicina.
Por Tragabuches.
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