sábado, 28 de agosto de 2010

El día que nos dejó Manolete.


No se me podía pasar por alto esta fecha. 28 de Agosto de 1947. Día en el que desapareció un gran torero, y nació el mito. "Manolete, si no sabes torear para que te metes", así cantan algunos su pasodoble. Aunque sea mentira. Manolete sabía torear mejor que todos. Fue elegido para este mundo, el del toreo y escribió los capítulos más bellos de la historia de la tauromáquia. El monstruo, la estatua, eran algunos de los apodos que tenía el matador de Córdoba.

Torero de grandes masas, evolucionó el toreo. Su estilo elegante y vertical, toreando de frente y citando de perfil. Belmonte y Joselito consagrados en uno solo, ese era Manuel Rodíguez Sánchez, Manolete. Cuarto califa, posiblemente el mejor torero de todos los tiempos.

Le quedaban muchas tardes por hacer disfrutar a sus más incondicionales, pero una tarde de Agosto, un toro de Miura de nombre Islero se lo llevó a la gloria. Linares estará siempre en el recuerdo, allí Manolete derramó su sangre por última vez por culpa de un toro.

1947, la España de Manolete. Corrillos de aficionados, pequeñas terturlias en los bares, todo el mundo hablando de la última faena protagonizada por Manolete, hasta que llegó ese fatídico día. La pérdida de un gran torero. A cambio buena herencia. Su estilo se hizo notar en todos los toreros posteriores.

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