jueves, 16 de agosto de 2012

El Rincón de Chatino: Ilusiones, ilusos e ilusionistas

Por Chatino. ILUSIONES, ILUSOS E ILUSIONISTAS

 

La ilusión es la fuente de donde beben  los niños y los jóvenes para mantener viva la esperanza del futuro; es también la llama que mantiene en pié al hombre, para no caer derrotado frente a los sinsabores cotidianos y la luz que nos ilumina en las largas noches que nos trae el paro.

El iluso es aquél que confunde la realidad con la imaginación, la velocidad con el tocino, el culo con las témporas, lo que es con lo cree que debería ser, vamos que es un gilipollas integral. Me viene a la memoria aquello de “Y vivía de ilusiones el t……………..”.

El ilusionista es el individuo que tiene la capacidad de hacer ver a un tercero lo que éste quiere ver, utilizando artimañas y trampas de difícil captación por el poco experimentado, consiguiendo ponerle cara de bobo y de sorpresa.

En el primer tercio, encontraríamos en la vida común, ejemplos múltiples en nuestro entorno y con respecto al mundo de los toros, identificaríamos enseguida a los chavales de las escuelas taurinas, a los novilleros que no se arredran tras llevarse algún porrazo, que se levantan sin mirarse, porque saben que este mundo es así de duro y a los jóvenes toreros que se sienten gozosos al disfrutar de una tarde gloriosa en una plaza importante, dando la vuelta al ruedo, con los trofeos dignamente cortados a su oponente, que ha tenido un comportamiento excelente, haciendo el avión al embestir y colocándose (el toro) en el lugar donde le tenían que colocar los engaños.

En el segundo tercio, encontramos a aquellos que pensaban, por ejemplo que Madrid sería la sede de los juegos del 2016 (llamados ya “Los Gallardones”, no porque derrochen gallardía, sino porque son tan mentecatos de la vida como él). Es también aquél padre que ve a su hijo dar una patada al balón y se piensa que ya tiene allí a Butragueño y ¡por supuesto! Al padre, abuelo, tío o avaro suelto, que al primer esbozo de plantarse delante de una vaquilla, de forma altiva y descarada, acompañando el viaje con cierta gracia, que tiene el hijo, nieto, sobrino o niñato de la vecina del quinto, que está que rompe (en el caso del avaro ligón), montamos la de San Quintín y pensamos que nos encontramos ante la viva imagen de Manolete, Belmonte o Paco Camino.

En el tercero y último tercio, tenemos los españoles vivos ejemplos, pero el más cercano en la cotidianidad es, sin lugar a dudas, nuestro actual Presidente del Gobierno, cuya profunda chistera no tiene fín y cuya gracia para convencer no es superada por ningún  mago viviente. En el toreo, hemos tenido en todas las épocas, personajes ilustres, que han sido verdaderos ilusionistas, haciendo ver a los aficionados más mentira que verdad, echándole más cuento  que Calleja, pero tienen perdón aquellos que se visten, aunque los verdaderos ilusionistas son aquellos que manejan las riendas desde fuera, con el dinero mafioso y las publicidades engañosas.

Los tres tercios tienen nombres y apellidos, fecha de nacimiento y lugar de procedencia, pero dejo a la amplia imaginación de los aficionados esta labor de fácil adivinanza y ya lo comentaremos más despacito.

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